martes, 7 de julio de 2015

La Porta del Cel. De Pinet a Vallferrera. Etapa 4.

Otra jornada maratoniana de casi 11 horas de trayecto con la visita a algunos picos tresmiles incluida.

Hoy ha sido un día principalmente de rocas, nieve y de ir viendo como poco a poco ganábamos altura y todo lo que podía abarcar nuestra vista iba quedando bajo nosotros.

Porta del Cel. Salida desde el Refugio hacia la Valleta de Barz

El camino ha comenzado por un desfiladero que subía sin prisa pero sin pausa, para convertirse luego en un sendero abrupto, con muchos trozos de nieve que cruzar y algunos trechos donde teníamos que trepar con las manos.



Porta del Cel. Valleta de Barz

Porta del Cel. Étang d'Estats





Porta del Cel. Étang de Montcalm. A la izquierda el Pointe de Montcalm (2938m)

Porta del Cel. Subiendo hacial el Coll de la Cometa




Port del Cel. La vertiente francesa de la Pica

Port del Cel. Casi en el Coll ja, mirando al norte


Tres horas y media después hemos alcanzado el Coll de Riufred. Sólo se veían el cielo azul sobre una sucesión de picos y laderas con nieve, ya casi todos más bajos que nuestra cota.

Desde aquí Txus y Hugo han subido al Pic de Montcalm (3077 m) para conseguir el primer tresmil del día. En una media hora estaban de vuelta y hemos emprendido todos juntos la ascensión a la Pica d'Estats, dejando las mochilas en un recodo del camino, pues teníamos que bajar por el mismo sendero que subíamos. Y ¡ que bien que se camina sin peso a la espalda !

Porta del Cel. El Gabarró, La Pica, El Verdaguer i el Sotllo desde el Montcalm.

Porta del Cel. Volviendo al Coll de Riufred (2983m)



Antes del mediodía hemos coronado la cima. A 3140 m de altura hemos podido contemplar los Pirineos  a nuestros pies. El día estaba muy claro y el paisaje era fantástico.

Porta del Cel. La Pica d'Estats. Més amunt només el cel.

Porta del Cel. La Pica d'Estats. Més amunt només el cel.

Porta del Cel. Estanys d'Estats i de Sotllo des del Verdaguer

Txus, Hugo y Edgar han subido también al vecino Pic de Verdaguer (3133 m) por lo que algunos ya tenían tres tremiles en el palmarés en sólo un ratito.


En el camino de regreso hay que pasar por el  Port de Sotllo. Hemos tenido que perder unos 250 m de altura para luego volver a remontarlos casi en su totalidad y poder atravesar el puerto. Gran parte de este tramo del camino estaba cubierto por la nieve que hemos atravesado  en compañía de Pablo, Vanessa, Susana y José Ángel.


Porta del Cel. Acercándonos al Coll de Sotllo con el Pic de Sotllo al fondo.
subida hacia el Port de Sotllo

Al llegar al puerto hemos parado a comer y ya se veían a lo lejos los lagos por los que íbamos a tener que pasar. Pero para llegar a ellos primero había que descender toda una ladera de tartera que también estaba en buena parte cubierta por la nieve.


Porta del Cel. La tartera hacia l'Estany d'Estats

Llevabamos ya muchas horas caminando y hacía mucho calor, suerte que gracias al deshielo nos ha sido fácil ir consiguiendo agua "fresca" para poder rellenar las cantimploras a menudo.


Porta del Cel. La Pica majestuosa

Al llegar a l'Estany d'Estats y a l'Estany de Sotllo el paisaje ha cambiado, la nieve y las rocas han quedado a nuestra espalda y han apareciendo en nuestro camino abetos, flores, matorrales e incluso un rebeco.


La Porta del Cel. La Pica imponente tras l'Estany d'Estats




Riachuelos y cascadas nos han acompañado el resto del camino.


La Porta del Cel. Estany de Sotllo

Porta del Cel. Plans de Sotllo y la Vall Ferrera al fondo


El último tramo del camino se nos ha hecho muy largo, parecía que no fuéramos a llegar nunca al refugio.

Porta del Cel. La Vall Ferrera

Pero sí que hemos alcanzado nuestra meta del día, tras un fuerte descenso y cuando las fuerzas hacía rato que ya escaseaban,  el refugio de Vallferrera ha aparecido ante nosotros.

Para acabar el día hemos pasado por la experiencia de ducharnos con agua fría del deshielo, ya que una riada estropeó esta primavera la caldera del agua caliente.

Una reparadora cena en compañía de nuestros compañeros de ruta en la que casi no teníamos energía ni para hablar ha rematado el día.  Estamos muy cansados pero también felices de haber subido juntos a la Pica y haber recorrido unos paisajes tan grandiosos.



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