domingo, 15 de julio de 2012

Jornada 2. Gullfoss, Geysir, Hjalparfoss, Gjain, Stöng (Þjóðveldisbærinn), Kerid, Hraunborgum.

Domingo, 15 de Julio 2012.

El cansancio nos ha hecho mella y nos ha costado un poco empezar.

Pero al dormir al lado de la Gullfoss el comienzo ha sido sencillo (aunque azotados por un viento muy fuerte) y espectacular. La catarata es impresionante, de lejos se ven las nubes de agua pulverizada que va soltando, pero a medida que te acercas se da uno cuenta de porque es lugar de visita obligado para el turista. Lo que más llama la atención es su gran caudal y las dos terrazas por las que se precipita antes de excavar un estrecho cañón.







Después nos hemos dirigido a la última atracción del circulo de oro que nos faltaba: Geysir y su fiable geysir Strokkur. Al llegar tarde el lugar estaba plagado de turistas como nosotros. Geysir es el punto turístico principal del país y por lo menos había doscientas personas que para lo que aquí se mueve es algo fuera de lugar. Recibe el nombre del géiser más famoso del mundo y que da nombre al fenómeno aunque ahora es muy raro verlo activo. Dicen que los turistas tiraban piedras para forzar el comienzo lo que le ha hecho perder actividad. De todos modos, la visita merece la pena, ver como cada 4 o 5 minutos el agujero cobraba vida expulsando agua hacia el cielo no tiene precio. La experiencia es muy excitante porque se ve que la gente está expectante, cámara en mano dispuesta a inmortalizar el momento.



Alrededor de los géisers existen numerosas pozas de aguas cargadas de sales que hacen que tengan unos colores que son difíciles de imaginar.


Para seguir nuestro recorrido, hemos decidido cambiar de valle huyendo de las hordas de turista. Por la carretera 32, llena de granjas de caballos (¿qué hacen con tantos, se los comen?) hemos llegado hasta la catarata doble de Hjalparfoss. Allí hemos comido con vistas a la misma. Esta es la principal ventaja de viajar en auto caravana, que puedes parar donde más te gusta y comer allí disfrutando del paisaje. Los inconvenientes, que no son pocos, ya os los explicaremos más adelante.



Por la tarde, queríamos visitar un antiguo poblado (granja) vikingo y una catarata cercana pero la carretera que llevaba hasta él sólo era apta para 4x4. Así que hemos aparcado al lado de la misma, nos hemos calzado las botas y hemos empezado a caminar con la esperanza de encontrar alguna de las dos cosas antes de media hora.



Tras caminar por un paisaje lunar formado por la lava negra expulsada por el volcán Hekla hace unos 1000 años hemos llegado a la cascada de Gjain. Esta cascada esta protegida por un promontorio lo que permite crear un microclima que favorece el crecimiento de plantas lo que contrasta sobremanera con el paisaje que le rodea.





Además el volcán Hekla y sus nieves perpétuas presiden todo, lo que demuestra que Islandia es un país de contrastes.


De vuelta a la caravana (habiendo caminado con el viento en contra) hemos tomado la carretera dirección sur para hacer un paréntesis en nuestro monográfico de cataratas y visitar el cráter de un volcán. Casi por casualidad hemos llegado a la réplica del poblado vikingo que buscábamos, Þjóðveldisbærinn, pero al estar cerrado sólo hemos podido visitar el exterior de los edificios.




Para acabar el dia, hemos llegado al cráter rojizo y profundo del Kerid. Este cráter está abierto por un costado, tiene unos 300 m de diámetro y un lago en su interior. Además, está a pie de carretera por lo que dispone también de un flujo constante de turistas.


Como las baterías de nuestros dispositivos electrónicos están bajo mínimos (lo que incluye la cámara de fotos y a alguien le podía dar un ataque) hemos decidido pasar la noche en un camping.

No hay comentarios :