sábado, 23 de julio de 2016

Pärnu y PN Soomaa

Nos hemos levantado temprano y hemos atravesado las dos islas, Saaremaa y Muhu hasta llegar al embarcadero del ferry para volver al continente. Durante la travesía hemos aprovechado para desayunar.  Hace 4 días que no hemos visto el sol aunque la temperatura es agradable, en el cielo hay siempre una capa de nubes grises que hoy se confundían con el color oscuro del mar que veíamos desde el barco.

Pärnu es una ciudad situada en la costa y hoy por primera vez hemos visto en este país una playa en la que si hubiera hecho sol hubiéramos sido capaces de bañarnos, aunque la orilla era un tanto peculiar. El fondo del mar es del lodo negro famoso en la zona y utilizado para tratamientos de belleza en los spas de la ciudad. Además era una playa en la que el agua sólo le llegaba hasta los tobillos a todos los bañistas por mucho que se hubieran adentrado, y más que un mar parecía un lago con el agua totalmente quieta.


Museo de arte Contemporáneo, calle Esplanaadi

En el centro de la ciudad, además de muchas casas de madera antiguas hemos encontrado multitud de parques y jardines, muy bien cuidados, en la oficina de turismo ya nos habían hecho propaganda de lo agradable que era pasear por el pueblo.

Balneario de Pärnu. Baños de barro. Fachada Norte

Balneario de Pärnu. Baños de barro. Fachada Sur

Al igual que en California, los puestos de los socorristas de la playa son casetas cerradas porque si no morirían de frío la mayoría de los días del verano.


Kuursaal. Edificio multiusos del balneario.

Caller Rüütli con Pühavaimu

Calle Pühavaimu

Caller Rüütli

Iglesia de María Magdalena

La siguiente parada ha sido el parque nacional de Soomaa. En este país todos los parques naturales son muy parecidos, terrenos llanos en los que cuesta encontrar puntos de referencia repletos de bosques y lagunas. En el centro de información de Toramaa nos han recomendado un par de excursiones, una que partía de la misma puerta del centro de información, la senda de los castores, donde se llegaba a un río con presas construidas por castores (que original).

Inicio de la senda del Castor. PN de Soomaa


PN de Soomaa. Senda de los castores


Hemos ido a comer al único lugar posible en 20 km a la redonda, un pub de Joesuu, Kodukorts, donde nos han servido unos snitzel muy ricos y luego hemos vuelto para realizar la segunda excursión por las pantanos de Riisa. Había que caminar por encima de una plataforma tanto en los terrenos pantanosos como en los que no lo eran, ya que la capa de musgo era tan gruesa que de haber caminado por encima del suelo nos hubiéramos ido hundiendo todo el rato.

Senda hacia los pantanos

Senda hacia los pantanos


Inicio de la senda


Las lagunas tenían el agua completamente negra y nos ha quedado la duda de cómo serían de profundas. Unas libélulas azul eléctrico sobrevolaban la superficie y pinos de todos los tamaños crecían alrededor. No se si era un bonito paisaje natural o más bien el escenario de una posible película de miedo. A Txus los bosques de aquí le recuerdan los de Georgia en The Walking Dead y espera que en cualquier momento aparezca un zombie hambriento.





Después de una visita a un Rimi, que ya se ha convertido en nuestra cadena de supermercados bálticos favorita, hemos llegado a nuestro destino de hoy, un camping de bungalows, Koveri holiday center,  junto a un lago artificial donde, al igual que todos nuestros vecinos de las cabañas de alrededor, vamos a encender una barbacoa para cenar carne a la brasa.

La cabaña en Koveri

La mesa lista y la carne a punto

El sol se pone

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