miércoles, 18 de julio de 2012

Jornada 5. Djúpivogur, Fiordos del Este, Seydisfjördur, Egilsstadir, Dettifoss, Jökulsárgljúfur.

Miércoles. 18 de Julio de 2012.

Tras repostar agua y vaciar los depósitos hemos conseguido salir temprano del camping de Höfn, ya que hoy nos espera mucha carretera.

Nuestra primera parada ha sido Djúpivogur, que es el puerto pesquero más antiguo de los Fiordos del Este. La zona del puerto es interesante, con casas de madera características. En la zona norte del pueblo hay como una fábrica y otro muelle que está flanqueado por un sinfín de huevos de granito de diferentes colores y formas. Para que luego digan de Port Lligat.



Hemos ido por la carretera 1 y la 96, bordeando la costa lo cuál se ha hecho un poco largo al tener que ir rodeando los fiordos. Además en algunos puntos las carretera era sin asfaltar.




Pero rodear los fiordos nos permitía también contemplarlos desde diferentes puntos de vista. Hemos pasado por un buen número de ellos: Berufjordur, Breiddalsvik, Stodbarfjordur, Faskrudsfjordur. Desde este último hemos cogido un túnel de 6 Km para llegar al Reydarfjordur. El tiempo no ha acompañado mucho ya que hemos tenido niebla, un poco de lluvia y nubes bajas, aún así el paisaje de las montañas y el mar es muy bonito pero es el que menos nos ha sorprendido por el momento, ya que visitamos los fiordos noruegos hace unos años y estos últimos son más agrestes, más largos y con paredes más verticales.






A la hora de comer hemos llegado a Seydisfjördur por la carretera 93, un puerto de montaña precioso, con lagos, montañas con restos de nieve y un sifín de cascadas del deshielo de la nieve en las montañas.




El problema es que esta carretera tiene montones de gravilla suelta puesta a drede, lo cuál no entiendo mucho la razón. Hemos tenido un susto, ya que al parecer se nos ha metido una piedrecita entre la mordaza y el disco de freno de una de las ruedas traseras y al rodar hacía un ruido horrible. Por suerte, un abuelo suizo se ha parado y al oír el ruido nos ha explicado la causa ya que a él le había pasado con anterioridad. Al poco, el ruido ha cesado y los frenos seguían funcionando sin problemas. Las vistas desde lo alto del puerto hacia Egilsstadir y Seydisfjördur son preciosas y hemos podido observar el lago Lagarfijot que es el de mayor superficie del país, muy largo y estrecho.


El pueblo de Seydisfjördur es el único pueblo que nos ha gustado, ya que tiene casas de madera con un cierto gusto (algunas las trajeron a piezas desde Noruega). Las construcciones en Islandia son muy básicas, muy cuadradas y dan la impresión de ser prefabricadas, en los polígonos de mi ciudad he visto naves industriales con más gracia que muchas casas de aquí. A lo que íbamos, el pueblo es precioso, situado al inicio de un fiordo con montañas muy altas que encajonan el mar. Está preparado para recibir ferrys cargados de turistas, con infinidad de explanadas para aparcar coches y caravanas mientras esperan turno para embarcar.


De nuevo en Egilsstadir, hemos cogido la carretera 1 durante unos 160 Km y después de recoger por segundo día a nuestras amigas danesas (Jannie y Maja) hemos atravesado una zona desértica donde sólo se veía arena negra y lejanas montañas. Daba la impresión de estar en la luna, si no fuera porque la carretera añadía un toque de "civilización" al paisaje. Durante muchos kilómetros no se podía ver ni una sola casa, gasolinera o poste de luz.


En el desvio a la carretera 862 hemos dejado a nuestras amigas para que se dirigieran a Myvatn. Esta carretera es nueva y la han hecho para visitar la catarata de Dettifoss, la más caudalosa de Europa. La carretera acaba a menos de 10 minutos andando de los miradores de Dettifoss y de Selfoss. Dettifoss es grandiosa, al acercarte la sensación de vértigo, casi pánico, es enorme. Se precipitan litros y litros de agua de manera violenta que proceden del glaciar y que arrastran multitud de sedimentos por lo que sus aguas son turbias. No se ve el fondo, la nube de agua pulverizada que se levanta no lo permite. Observarla es una sensación indescriptible (aunque lo acabo de hacer).





Selfoss está unos cientos de metros río arriba por lo que ha de ser igual o más caudalosa que su hermana Dettifoss que se lleva toda la fama. El salto aquí es sólo de unos 11 metros y tiene forma de U pero el agua se precipita de una manera menos violenta.


Cerca hay una tercera cascada río abajo y muy cercana, Hafrahilsfoss, pero no la hemos visitado porque se nos ha hecho tarde y nos esperaban 37 Km de carretera sin asfaltar hasta Asbyrgi, atravesando el parque nacional de Jökulsárgljúfur. Tras 45 minutos de traqueteo y 25 Km hemos decido parar a pasar la noche en Vesturdarlur que dispone de una zona de acampada en medio de ninguna parte, rodeados de tundra y rocas. El entorno promete por lo que haremos una visita rápida por la mañana.

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